Resulta curioso como muchos de los participantes de Foro Géiser nos dan la definición de la palabra “economía” aludiendo a Daniel Suárez. Así que para continuar con nuestra búsqueda de respuestas a la pregunta ¿qué es una economía humanista? teníamos que preguntarle directamente a él.
Y Daniel Suárez, Chief Executive Officer (CEO) en Zapiens para darnos su respuesta nos remonta al origen del término economía, con una sencilla introducción: eco viene de la palabra griega oikos, que significa casa y nomía, viene la palabra griega nomos, que significa gestión.
ECONOMÍA = ECO+NOMIA = CASA+GESTIÓN=GESTIÓN DE LA CASA
Entonces, por definición etimológica de la propia palabra, la economía no puede no ser humanista. Tú no puedes gestionar una casa bien si primero no conoces esa casa. Y para Daniel, solo hay dos casas en las que nos pasamos toda la vida, que es nuestro cuerpo y el planeta Tierra.
Cuando la economía no es humanista se convierte en una economía ignorante.
“La primera casa que tienes que conocer es tu propio cuerpo, tu propio ser” y nos habla de gestión a través de dos palabras: consciencia y conciencia.
Consciencia es darse cuenta y conciencia es tener en cuenta. La economía, por definición, tiene que darse cuenta de que es humanista porque no puede ser de otra manera y además “tener en cuenta”.
Filosofía, econología e inteligencia colectiva desde la perspectiva de Zapiens
Pero ¿entonces qué es la econología? Daniel, en su libro Sócrates y la econología. Un viaje hacia una gestión más orgánica, nos explica que econología es el tratamiento que se ha aplicado a sí mismo para vivir y entenderse un poco mejor. Se trata de una filosofía, una manera de pensar. Un framework, una manera de tomar decisiones.
Fusión de dos términos, economía y ecología. Conocer el entorno e interiorizarlo para saber convivir con él.
¿Qué anclaje tiene todo esto con Zapiens?
Zapiens es una empresa que opera este joven emprendedor asturiano mitad economista, mitad filósofo, quien ha conseguido poner en marcha una empresa global con fuerte arraigo local y además comprometida con su tierra. En Somiedo, Reserva Natural de la Biosfera, ha instalado la base de operaciones de Zapiens. Desde ahí mira al mundo, su segunda casa, y es desde donde dan forma a diálogos filosóficos aplicando la innovación para encontrar ya no solo respuestas, sino soluciones.
En sus propias palabras, Daniel Suárez lo define como: “una aplicación que sirve para fomentar la curiosidad y el conocimiento y el aprendizaje de las personas, principalmente cuando trabajan en organizaciones, en empresas”.
En esa aplicación todos los días las personas dentro de una organización reciben micro entrenamientos y puntos en función de las preguntas que hacen y las respuestas que hacen a compañeros intentando crear una inteligencia colaborativa o colectiva. La aplicación hace que todos los miembros de esa organización se ayuden los unos a los otros, poniendo en común la información más importante de todas, que es la que está almacenada en los cerebros humanos y no sólo la que está almacenada en los discos duros, que obviamente también es importante, pero digamos que ya está controlada.
Para nosotros la obsesión es eso, es conectar el conocimiento que está almacenado en las personas y los humanos. Inteligencia colectiva.
La responsabilidad de los datos y la información de las personas
Cuando le preguntamos sobre innovación responsable Daniel se centra en los datos.
Nos dice que hay que poner a las personas en el centro y también a los datos que generan; hay que informarles muy claramente de que se están haciendo con ellos, porque se están cometiendo verdaderas barbaridades.
Para él la clave es darle esos mismos datos y esa misma información a la persona que los genera. Y nos lo ilustra con un ejemplo muy sencillo: “No puede ser que mi iPhone me recoja todos los datos, pero yo no pueda extraerme toda esa información de mi iPhone y me pueda analizar a mí mismo para conocerme mejor a mí y a mis propios hábitos”.
Así que no puede ser que los hábitos de las personas que al final los trazamos con un montón de datos, sean procesados por las empresas:
- sin nuestro consentimiento
- sin que ni siquiera puedan ser puestos a disposición de la propia persona.
“Dentro de este ámbito muchas empresas del sector estamos empezando a hacer cosas en esa línea y creo que eso es muy positivo”.
¿Hay nuevas claves tecnológicas para la gestión del conocimiento? Sí. Todo está por imaginar.
Cuando le preguntamos sobre el futuro nos dice: “Pues mira, en Zapiens nos imaginamos un mundo donde, por ejemplo, la información no está almacenada solo en silos y donde tú puedes compartirla no sólo con los miembros de tu organización, sino con los de fuera”.
Ellos imaginan un mundo donde todo el conocimiento está descentralizado. Y aunque a día de hoy parezca un poco como ciencia ficción, eso es en lo que precisamente están trabajando: facilitando el flujo de información dentro de las empresas, entre las personas de unos departamentos con otros.
“Ahora_nos dice_ imagina llevar eso hacia afuera y poder compartirlo con los proveedores y con los clientes. Imaginémonos que lo que hace Google a nivel mundial lo conseguimos indexar en los cerebros humanos. Imagina un mundo donde la gente pregunta muchísimo más, sin sentir vergüenza. Donde la información adquiere otro flujo más personalizado”.
Al final se trata de eso, seguir soñando y ver qué herramientas tenemos para convertir en realidad esas cosas que imaginamos, nos dice Daniel.
Un hombre que en su cabeza (y en su empresa) ve y diseña un mundo donde volvemos a preguntar a personas. Alguien que cree que el avance de la humanidad es el avance de las preguntas y la calidad de las preguntas que nos hacemos y no tanto las respuestas.
Su aportación al Foro Géiser es toda una inspiración, así que si quieres conocer más acerca de su visión te invitamos a ver la entrevista completa a Daniel Suárez.
Y seguir la conversación y compartir tus impresiones a través de Twitter, Instagram, Facebook o participando a través de Linkedin, junto a ponentes de esta y otras ediciones en el #Challenge de dar forma y sentido a nuestro reto personal de definir qué es la Economía Humanista.
Te esperamos.