“El talento está en las personas escondidas”. Ramón Romero y el aprendizaje para el bien común

Para Géiser la #GeneracióndeTalento forma parte de las temáticas que nos guían en nuestra búsqueda para dar respuesta a la pregunta ¿qué es la #EconomíaHumanista? Camino que hoy nos lleva por el aprendizaje para el bien común, algo que no es un paradigma de la mano de Ramón Boquete, quien nos habla de comunidades de aprendizaje, equipos colaborativos y del talento reconocido.

“El concepto de comunidades de aprendizaje orientadas a la práctica me parece que es el futuro y el presente del aprendizaje”.

Y es que para él, el talento está dentro de tu propia organización. El talento está en las personas escondidas.

Por ello, cuando entrevistamos a Ramón Romero, CEO de BeforGet, sabiendo que se dedica a facilitar el aprendizaje para el bien común que es piedra angular y el ADN de la compañía, la primera pregunta que le formulamos no es casual, porque son las personas, sus opiniones y su energía a la hora de llevar a éxito un proyecto, una empresa o una vida, lo que nos inspira.

Ramón, sin duda, fascina por hechos muy sencillos y concretos. Porque él y su equipo de “jardineros” tienen esa capacidad de hacer crecer semillas de talento, desde la realidad de cada uno, con y para el bien común por bandera.

“¿Qué hago en mi día a día en BeForGet?”, nos dice: “Bueno, para mí hay cuatro tareas claves”.

Una de las tareas es el propósito. La importancia de repetir el propósito y cuidar el propósito en todos los diferentes ecosistemas de aprendizaje es su tarea principal y además, una responsabilidad que tiene como líder del movimiento; “me he dado cuenta con el tiempo, que por mucho que lo repitas, repítelo una vez más. Porque el propósito es evolutivo”.

El propósito tiene que ser cada día más sencillo. Ahora, como no lo recuerdes, se nos olvida el para qué estamos aquí.

Después, dedicar tiempo a la estrategia. El tener clara la visión. Para una empresa como BeForGet que opera en los cinco continentes con la visión de ser un ecosistema de aprendizaje para el bien común, hay que tener una estrategia y estar pendiente de que se vaya implementando.

Pero, y esto forma parte del camino hacia la reflexión personal al que nos lleva Ramón: “Hay que ser flexible y cambiar algo cuando te sale la maldita intuición y te gustaría callarla porque te genera miedo”.

Intuición: ese big data que tenemos dentro que es maravilloso y lo tienes que mezclar con el resto de data que te va llegando.

Cuidar el talento y la cooperación. En la agenda de Ramón hay un espacio en verde todos los días dedicado en exclusiva para cuidar a las personas y facilitar esa cooperación espontánea.

Y por último: tener la caja con un flujo positivo. Una lección que, nos cuenta, aprende cada día trabajando junto a personas humildes, con una capacidad de pensar en grande impresionante. Que ilustra con el ejemplo de un proyecto en el que participó  Ferran Adriá  y del que aprendió que para ser creativo tienes que tener un flujo de caja positivo para dos, tres años.

Y me obsesioné con eso. Yo trabajo también para que en BeForGet consigamos o tengamos clientes felices”. Avanzar de manera segura…

Y pasamos a la siguiente pregunta.

¿Dónde está el reto del  “aprendizaje sostenible, colaborativo e innovador”?

Para Ramón Romero la cultura colaborativa y la cultura de innovación van de la mano. Y cuando le preguntamos sobre sus retos, para dar respuesta a esta cuestión, Ramón nos plantea hacerlo en dos partes.

La cultura colaborativa y la cultura de innovación van de la mano. Pero algunas veces se nos olvida.

Entonces, ¿cómo crear una cultura cooperativa donde haya esa cultura de innovación?

Pautas importantísimas:

  • La primera la denominamos como interdependencia positiva, y es el bien común por encima del individual. Dejando claro que todos participan.
  • La segunda. Responsabilidad individual. Tienes que generar una cultura donde cada uno tenga claro cuál es su responsabilidad individual y sea una persona madura para llevarla a cabo. Para eso tienes que imitar esta parte paternalista de la sociedad. La parte de yo te cuido, te protejo.
  • Después, normas y roles. Poquitas normas. Pensemos qué conflictos hay y pongamos normas para evitarlos. Y después, roles claros.
  • Y por último, la parte de tutorización a pares, aprendizaje a pares. Generar hipervínculos que socaven las jerarquías. Y los hipervínculos se generan con espacios de calidad.

En la parte más de innovación, debemos atender el propósito centrado en el usuario final, que viene muy alineado con la interdependencia positiva y el saber cómo nuestras acciones impactan esto a nuestro usuario.

Después, trabajar la autenticidad.  “En innovación, para mí es clave la autenticidad. La autenticidad desde el autoconocimiento o de la marca de la identidad y de las personas que están ahí” nos dice Ramón.

Y por último, el liderazgo. No se puede innovar si no se tiene esa cultura de liderazgo. El líder entendido como la empresa líder, entendido como esa empresa, esa persona, esa organización que tiene la capacidad de buscar los retos que hoy a día de hoy en la sociedad. Ir a por los conflictos y gestionar esos conflictos, enamorarse de los conflictos y transformar los enredos. E implementar soluciones para validarlos.

¿Cuál es la actitud para conseguirlo?

Dentro del aprendizaje para el bien común, a día de hoy que aún tenemos en este país un problema en el que nuestra curva de equidad educativa es lineal porque estamos atendiendo una igualdad, lo revolucionario es compartir conocimiento con:

  • Autenticidad. Ramón nos invita a auto conocernos y atrevernos a superar esos miedos a los que nos enfrentamos cada día. Salir del camino preestablecido: “Y aquí me quedo con una frase de Quepa Xenon que dice. “Mi último miedo es mi última frontera”. La primera actitud es autenticidad y la autenticidad es auto conocimiento y la capacidad de ir superando esos miedos.
  • Empatía. Una de las normas que tienen dentro de BeForGet es “Lo que tú haces afecta al otro”. Y esa capacidad de ponerse en la piel del otro no es para Ramón la actitud que la empatía requiere sino, lo primero y más importante, ser capaces de aplazar el juicio.
  • Simpatía. También nos habla de trascender la amabilidad y que no se quede en “decir las cosas polite”, sino hacerlo con asertividad. La simpatía es honestidad.

Todo esto nos lo cuenta y amplia en la entrevista que  puedes ver completa aquí.

Y como siempre, te invitamos a seguir la conversación a través de TwitterInstagramFacebook o participando a través de Linkedin, junto a ponentes de esta y otras ediciones en el #Challenge de dar forma y sentido a nuestro reto personal de definir qué es la Economía Humanista.

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